77 orgasmos, Ángel Beccassino
“Mis ojos se fijan en ella, es como dice Lacan, la mirada es la erección del ojo…”
El desnudo femenino en el mundo occidental, se ha ido convirtiendo en un modelo frecuentemente utilizado, el cual se encuentra cimentado en una larga tradición artística. En la historia del arte, el cuerpo de la mujer ha sido expuesto y mostrado desde todos y cada uno de sus ángulos, ha sido utilizado como imagen idealizada y bajo una serie de convenciones y clichés. Las imágenes de Ángel Beccassino exploran el cuerpo femenino, y transmiten la sensación de lo entregado al fluir. Presenta cuerpos para afrontar temas relacionados con la seducción, la libertad, y todo con un cierto toque irónico, salvaje, tenebroso, que impacta a sus espectadores, y crea en ellos un fluir de sensaciones, experiencias y vivencias.
Las imágenes del libro “77 orgasmos” parecen incitar al hombre a una profunda reflexión sobre la percepción que este tiene del cuerpo ajeno, y así también lo lleva a la experiencia del propio, y a sus pensamientos y opiniones en cuanto a estos. No se ven las caras de las mujeres, y al estar en blanco y negro estas representan tanto a cualquier mujer como a ninguna. Estos desnudos según el arte contemporáneo parecen señalarse como un peligro, pues este “delata la precariedad de nuestro yo moderno y su falta de base. Con lo cual se constata la teoría de Sigmund Freud que el cuerpo es el primer ego, y cuando el yo se desintegra, así también el ego”[1].
Sin embargo estas imágenes son sumamente subjetivas ya que la admiración y la manera en la cual se mira otro cuerpo, se realiza según nuestra misma experiencia corporal, y esta se efectúa siempre en el marco de cierta concepción en la cual yo defino mi propio cuerpo. Se llega entonces a la pregunta de si las fotos son bellas, si son estéticas. La estética según el griego aistesis, sentimiento, e ica, relativo; se define como una “ciencia relativa a los sentimientos, específicamente a la belleza”. Por ende la imagen y el concepto en el cual tengamos las fotos depende también de una memoria cultural, y de una imagen de belleza que cada uno mantiene en su mente.
Así que, al aproximarse a las obras de Beccassino se comienza un proceso de percepción, se comienza quizá por el asombro, por un sentimiento de pudor impuesto por una sociedad católica, se percibe todo rápidamente por medio de los sentidos, la foto se vive, se recorre, se aprecia, sin embargo solo en cierto momento, cuando la mente se abre, esta cobra vida y se comienza a apreciar y examinar de manera consciente, tratando entonces de comenzar a establecer el significado oculto que estas imágenes contienen.
Bibliografía:
· Apuntes sobre el cuerpo en la fotografía de desnudo , Ramón Almela. Doctor en Bellas Artes
· www.museoarteeroticoamericano.com/uchoquesdeafecto1.html - 184k
· JAN W. KAN. Texto publicado en el catálogo de la exposición del MaReA en Quito, agosto de 2004.
[1] Apuntes sobre el cuerpo en la fotografía de desnudo, Ramón Almela. Doctor en Bellas Artes
“Mis ojos se fijan en ella, es como dice Lacan, la mirada es la erección del ojo…”
El desnudo femenino en el mundo occidental, se ha ido convirtiendo en un modelo frecuentemente utilizado, el cual se encuentra cimentado en una larga tradición artística. En la historia del arte, el cuerpo de la mujer ha sido expuesto y mostrado desde todos y cada uno de sus ángulos, ha sido utilizado como imagen idealizada y bajo una serie de convenciones y clichés. Las imágenes de Ángel Beccassino exploran el cuerpo femenino, y transmiten la sensación de lo entregado al fluir. Presenta cuerpos para afrontar temas relacionados con la seducción, la libertad, y todo con un cierto toque irónico, salvaje, tenebroso, que impacta a sus espectadores, y crea en ellos un fluir de sensaciones, experiencias y vivencias.
Las imágenes del libro “77 orgasmos” parecen incitar al hombre a una profunda reflexión sobre la percepción que este tiene del cuerpo ajeno, y así también lo lleva a la experiencia del propio, y a sus pensamientos y opiniones en cuanto a estos. No se ven las caras de las mujeres, y al estar en blanco y negro estas representan tanto a cualquier mujer como a ninguna. Estos desnudos según el arte contemporáneo parecen señalarse como un peligro, pues este “delata la precariedad de nuestro yo moderno y su falta de base. Con lo cual se constata la teoría de Sigmund Freud que el cuerpo es el primer ego, y cuando el yo se desintegra, así también el ego”[1].
Sin embargo estas imágenes son sumamente subjetivas ya que la admiración y la manera en la cual se mira otro cuerpo, se realiza según nuestra misma experiencia corporal, y esta se efectúa siempre en el marco de cierta concepción en la cual yo defino mi propio cuerpo. Se llega entonces a la pregunta de si las fotos son bellas, si son estéticas. La estética según el griego aistesis, sentimiento, e ica, relativo; se define como una “ciencia relativa a los sentimientos, específicamente a la belleza”. Por ende la imagen y el concepto en el cual tengamos las fotos depende también de una memoria cultural, y de una imagen de belleza que cada uno mantiene en su mente.
Así que, al aproximarse a las obras de Beccassino se comienza un proceso de percepción, se comienza quizá por el asombro, por un sentimiento de pudor impuesto por una sociedad católica, se percibe todo rápidamente por medio de los sentidos, la foto se vive, se recorre, se aprecia, sin embargo solo en cierto momento, cuando la mente se abre, esta cobra vida y se comienza a apreciar y examinar de manera consciente, tratando entonces de comenzar a establecer el significado oculto que estas imágenes contienen.
Bibliografía:
· Apuntes sobre el cuerpo en la fotografía de desnudo , Ramón Almela. Doctor en Bellas Artes
· www.museoarteeroticoamericano.com/uchoquesdeafecto1.html - 184k
· JAN W. KAN. Texto publicado en el catálogo de la exposición del MaReA en Quito, agosto de 2004.
[1] Apuntes sobre el cuerpo en la fotografía de desnudo, Ramón Almela. Doctor en Bellas Artes
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